
En medio del viento
quisiera escuchar,
la calma ha llegado,
la tempestad se va.
En la tiniebla del alba
me gustaría dibujar
la antorcha que a la mente
pudiera iluminar.
Cuando la oscuridad
se apodere de la soledad,
regálenme la espada
que me brinde libertad.
Y si todo se aleja,
amor, alegría, verdad,
construyan un puente
para alcanzar la realidad.
Más, si nada se puede
y me atrapa la debilidad,
átenme a la esperanza
¡no quiero naufragar!.
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